A medio camino entre la zona desértica
y polvorienta del norte y los fiordos y glaciares del sur, se
encuentra La Región de los Lagos.
Mi primer contacto con esta
interesante región fue la ciudad de Puerto Montt. Se trata de
una ciudad portuaria y bulliciosa, así que me pareció mejor
desplazarme a 20 km. hasta la bonita población de Puerto Varas,
mucho más tranquila. Se encuentra en la orilla sur del lago
Llanquihué. Este lago es el segundo más grande de Chile y tiene
preciosas playas de arenas finas con un espectacular telón de fondo,
que son los volcanes Calbuco de 2003 m. y la majestuosa figura cónica
del Osorno de 2.652 m., el icono de Puerto Varas.
Me instalé en esta bonita población
para poder recorrer la cuenca del lago y disfrutar de sus fantásticos
parajes.
En las pequeñas poblaciones que hay a
orillas del lago se aprecia una fuerte influencia alemana, como
resultado de una ley que el gobierno chileno durante la mitad del
siglo XIX y principios del XX aprobó para atraer a colonos europeos,
sobre todo alemanes, con el propósito de sobrepoblar el territorio
de los indígenas mapuches que vivían al sur del río Biobío.
Puerto Varas se fundó en 1854 por
colonos alemanes, se la conoce como” la ciudad de las rosas”,
pues sus calles y jardines están adornadas con estas flores.
Todavía se conservan algunos edificios de estilo bávaro, el más
destacado es la Iglesia del Sagrado Corazón, que es una réplica de
un templo de la Selva Negra.
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