RECORRIDO POR EL CANAL DE PANGALANES EN EL OCEANO INDICO

Manakara es una ciudad tranquila situada al Sur-este de la isla con amplias calles sin asfaltar, está dividida en dos partes, el Centro donde se encuentra un interesante mercado y la estación terminal de la única vía de tren que hay en la isla (pero que no se sabe cuando volverá a funcuionar). Parecía encontrarme en el fin del mundo pues no había agua y la poca que había era salada, había poca luz y era peligroso andar por la calle al oscurecer, tampoco había gasolina, la gente hacían largas colas en las gasolineras. Me pareció que el "Mora-Mora" (lento-lento),allí era muy evidente, la gente parecía resignada a vivir en aquel caos.
La otra parte es la del estuario del río Manakara, desde donde tomamos una piragua tìpica de la zona conducida por cuatro remeros de la étnia antemoro,la cargamos con todos los alimentos y utensilios para pasar dos días en el Canal de Pangalanes, se trata de un estrecho canal de más de 600 Km. que va paralelo al Océano Indico, hay una abundante vegatación y fauna endémicas de la isla. Fue un recorrido inolvidalbe, los remeros muchachos fuertes, simpáticos y con muy buena voz, en muchos tramos cantaban típicas canciones al ritmo de los golpes de remo sobre el agua y en el silencio me hacían estremecer recordando la época de la esclavitut.
De cuando en cuando nos cruzábamos con pequeñas piraguas que sonrientes nos saludaban.
Hicimos una parada para comer y finalmente llegamos a un pequeño poblado de pescadores donde instalamos nuestras tiendas, y pudimos bañarnos en el Océano Indico. Al día siguiente hicimos una excursión para visitar una plantación de Vaenilla y ya de regreso paramos a comer en una playa desierta donde nos dimos el último baño del día.
Ya de regreso a Manakara dimos un paseo por el mercado, pero enseguida se hizo oscuro y fué imposible andar por las calles ya que no se distinguía si pasaban bicicletas , pous-pous o simplemente peatones, así que tuve que retirarme para cenar en el hotel.
De nuevo preguntamos por la máquina de tren pero... "Mora-Mora"y la vieja máquina seguía sin funcionar, así que regresamos de nuevo en bus.
En ruta visitamos el Parque de Vohipakara, este es un parque que hace poco se ha inaugurado, hicimos una buena caminata, pero no vimos lemurs aun que si muchos pequeños invertebrados.
Finalmente llegamos a Sahambavy, donde nos alojamos en las orillas de un precioso lago, al atardecer pude disfrutar de una inolvidable puesta de sol sobre el lago.