Tulear es una de las principales ciudades del sur de la isla, tiene unas amplias avenidas y centenares de pous-pous, los edificios están algo destartalados, visitamos el mercado de artesanía conocido como Mercado de las Conchas. Dejamos el minibus y tomamos un vehículo todo terreno.
Por un camino infernal de baches y arena, pero con unas vistas maravillosas a lo largo del canal de Mozambique con grandes extensiones de manglares y pequeñas chozas de pescadores, finalmente llegamos a Ifaty, es una pequeña aldea de pescadores, que aun no está muy explotado por el turismo y que a las afueras, en una preciosa bahía está instalado el Hotel Les Dunes, allí pude descansar unos días y disfrutar bañándome en las azules aguas y ver como faenaban los pescadores con sus pequeñas canoas movidas por las velas.
Un día lo dedicamos a navegar en canoa hasta los arrecifes de coral, donde habían infinidad de peces de vistosos colores. Otro día hicimos un pequeño treking para visitar un bosque de Baobas y cada día aprovechaba para pasear al atardecer por la bahía disfrutando de unas maravillosas puestas de sol sobre el mar azul.
Lo que más me impresionó fue como al amanecer, a las cinco de la madrugada, empezaban a cantar todos los pájaros formando una perfecta sinfonía, este expectáculo duraba diez minutos y de repente todo quedaba en silencio. Esta maravilla sucedía todas las madrugadas a la vez que en el horizonte iba saliendo el sol.
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